Mira nomas

Hace unos días, recibí una llamada y la voz de otro lado del teléfono me dice: Nena debes traer tal, tal y tal documento, vas a ser re contratada para un especial ¿los tienes a la mano?

No, me falta uno.

¡Pues consíguelo!

¿Para cuando?

¡Para hoy¡

¿¿Hoy?? Oye, tengo cosas que hacer y no creo que me lo den hoy, ya sabes como son esos trámites… hacienda no emite documentos así nada más, hay que hacer cita…

¡Pues cancela lo que tengas que hacer y vete a hacienda, te quiero hoy en la tarde aquí, por lo menos inténtalo!

¡Waf! Colgué refunfuñando… Es que me repatea que me pidan las cosas así, no me gusta que me traigan a las carreras y sobre todo, no me gusta que me cambien los planes, que me pidan todo a última hora… pero en esta empresa, así son las cosas, los planes te son cambiados sin previo aviso. Ni modo ¡trabajo es trabajo! Y mis hijos tienen la dichosa costumbre de comer tres veces al día, y no les gusta traer los zapatos rotos y también les gusta que la ropa les quede, además tienen la mala costumbre de cumplir con las tareas de la escuela, que por cierto, la niña me trae loca con tanta tarea.

Vaya… ni modo… llamé a mi marido para que se apresurara en llegar a casa para no dejar al niño solo y en cuanto llegó el (que también tuvo que cancelar y cambiar planes), salí yo.

25 minutos después, iba en el camión por el Zapata y justo frente al “caballito” (un monumento a Zapata) el boulevard estaba medio cerrado por un grupo de agricultores que estaban reclamando buen precio para su grano, tenían un montoncito de maíz en la calle y le prendieron fuego.

Olvidé mis refunfuños y me quedé mirando aquellos hombres mientras pensaba, porque a veces me da por pensar y me dije a mi misma: Mi misma… mm caray… esta gente tiene mucho grano, no lo pueden vender porque no hay acuerdos con el gobierno… van a retenerlo ahí, lo van a escasear para exportarlo y terminaremos (como siempre) comprándolo a precio de oro… Aquí tenemos buenas cosechas todavía, hay mucho grano y mucha verdura y hortalizas, mientras en varios estados del país hay sequía, no muy lejos de aquí se mueren vacas, se pierden siembras, la tierra se seca… ¿no sería lo mejor llevarse este grano a esos estados que no tienen alimento y darles a estos agricultores la oportunidad de vivir dignamente y volver a sembrar para hacer mas llevadera la crisis? ¡Que dispareja es nuestra “democracia”! Todo se va en trámites burocráticos y en pérdida de tiempo, dinero y esfuerzo del que menos tiene.

Me remonté inmediatamente a la época de mi niñez, cuando tenía al alcance de la mano el mejor tomate…tan gordo y rojo… tan macizo y bonito, el mejor melón, la mejor sandía, elote, caña, leche bronca, todo nuevo, recién cortado y la leche recién ordeñada. Por cierto los huevos de rancho si son de verdad, no como los que comemos aquí que más bien parecen de harina, se revientan solo con verlos y al comerlos son tan elásticos que piensas que estas comiendo ligas (¿será por eso que la gente es tan imprudente al cruzar las calles?)

Y después recordé lo frustrante que me resultó tener que comprar en el súper (cuando me vine a Culiacán), aquel tomate que mi abuelo tiraba para que se pudriera en la tierra y sirviera de abono… Ahora como, lo que en mi pueblo no se les da ni al ganado.

Todavía me es difícil escoger un melón o un tomate, cebolla… escarbando entre tanto producto putrefacto para encontrar algo que esté mas o menos pasable… todo eso que conocí nuevo y ahora tengo que comprar y comer lo que crecí mirando como basura, porque nuestras mejores cosechas se exportan para luego importarse procesadas o simplemente envasadas como ese tomate chiquito, tan rico, rojo y redondito al que yo conocía como “cherri” Ahora lo veo en canastillas, importado y a un precio que me ofende, sobre todo porque de chica lo consumía gratuito y de mejor calidad y aún más porque en mi pueblo se siembra, de mi pueblo de exporta para luego importarlo y aquí mismo comprarlo como un “producto de calidad de importación” mientras lo que yo veo en la canastilla es un tomatito tan maduro que ya no sirve ni para alimento de ganado en mi pueblo natal que tiene crepúsculos arrebolados.

Esta fue, es y todo indica que seguirá siendo nuestra “equidad”

Sinaloa no solo produce droga, eso es una mancha tan fea para nosotros.

Tenemos buena tierra, tenemos por la gracia de Dios todavía agua y nuestras cosechas son de calidad y sin embargo… al pasar por las burocráticas manos de quienes conducen nuestro mercado se convierte todo en basura.

Pudiendo extender la mano y compartir con el estado que tenemos al lado, arriba o abajo a buen precio y todavía nuevo y con buena calidad… a nuestros agricultores no les queda mas que vender en una miseria sus cosechas.. .o dejar que se conviertan en basura… al fin que de todas formas, estamos comiendo basura, cara y de importación, pero al fin basura.

No cabe duda que no solo la empresa donde trabajo pide requisitos absurdos en algo que podría ser más sencillo.

Acá Kerusso: De nuevo a las andadas.

Un saludo cordial para ti.

2 comentarios:

Darth Akire dijo...

Que padre verle de vuelta comare!!
La leo y es impresionante las similitudes que hemos vivido el último año: nuevos miembros de la familia, cambios laborales, asuntos que resolver con nuestros normales hijos (jajaja), deprimirse de vez en cuando, cambios en la familia en general... pufff pero todo es para bien!!
Me siento muy identificada con sus palabras!
Ojalá ahora nos escriba más seguido, jejejeje.

Se le quiere mucho!! un abrazo a uste' y a su familia!!

Kerusso dijo...

Si comare, estamos en constante movimiento. Como me dijo una amiga cuando murió mi padre: "la vida sigue su curso y el mundo no se detiene por nadie, estamos permanentemente cambiando"

Que gusto me da que nos identifiquemos comare, aquí me tendrán un poco mas seguido.