¡¡QUE LE CORTEN LA CABEZA!!

A veces nos resulta tan difícil conservar la paciencia, ¡ah tuviera yo templanza!
Jugando jenga, veo cómo los bloques se van acomodando en la torre y mientras no se pierda el equilibrio al acomodarlos, la torre sigue en pié, pero cuando el equilibrio es pobre, cualquier cosa provoca un reguero de piezas por todos lados. Así es nuestro ánimo a veces, tenemos un equilibrio tan débil que una travesurilla de un niño, un grito o cualquier provocación por pequeña que parezca nos invita a gritar con los pelos parados y los músculos todos tensados. Eso cansa, es agobiante, te duelen los hombros, el cuello, la espalda, es como si te echaras a los lomos una carga muy pesada cuando estas estresada ¿Quién no ha vivido el estrés?
Vives tu día deseando que ya termine, y como si lo hicieran adrede, los niños se portan especialmente desesperantes, todo el ruido te molesta, jeje se te tira el agua, los niños se pelean, se te caen las cosas, los niños se golpean, se te quema la comida, los niños se pelean, se te hace tarde, los niños se pelean, cuando te estas vistiendo se te rompe el cierre o se te cae un botón y no tienes hilo (o no tienes idea de dónde lo dejó tu hija) grrrr hasta para peinarte batallas ese día, y por si fuera poco: los niños… se pelean… y comiéndote tus galletitas quisieras que fuera cierto ese grito de ¡¡¡GUARDIAAAAAAS! O como la Reyna del cuento de Alicia ¡¡¡que le corten la cabezaaaaaa!!!
De verdad que a veces si te provoca portarse como la Reyna y hacer tu reverenda voluntad y quitarte a todos los estorbos de encima cortándoles la cabeza.
Y cuando me llega un destello de lucidez por un segundito me digo a mi misma: Mi misma ¿acaso estoy loca? ¿Qué clase de madre soy? Cómo puedo pensar en salir corriendo en zigzag por la calle agitando las manos y con los pelos parados mientras grito ¡aaaaaaaaaaaaaaaa! ja ja ja ja ja (me imagino la cómica escena)
La verdad, es que no es fácil vivir ni para las mujeres que tenemos un hijo, ni para las que tenemos mas o las que no tienen ni uno, siempre hay “pre-ocupaciones” y deseando ser como la dulce y soñadora María, que se sentaba con toda su calma a los pies del Señor a escucharlo hablar ; somos más como Martha: corriendo de acá para allá tratando de controlar todo, de tener todo en orden, de atender a la familia, de atender a las visitas, de ayudar al amigo, de… Señor, ¿No te importa que mi hermana me deje servir sola?
¿Qué me respondería El Señor si le pregunto ¿no te importa que me esfuerce tanto para tener bien a estos? ¿No te importa ver que estoy cansada y me falta mucho todavía por hacer? Y de pilón rematamos al modo de Marta que le dice al Señor:” manda pues, que me ayude”, así nosotras: mándame a alguien que vea mi esfuerzo y me tome en cuenta, mándame ayuda.

Vamos a detenernos un poco aquí… vamos a estudiar un poco a estas dos hermanas.
Martha: mandona, movida, preocupada, servil… mm muchos piensan que Martha era una mujer de poca fe, pero yo pienso que no es así, marta era una mujer con espíritu de servicio, de no ser así, Jesús no habría estado ahí: en su casa. Solo que… uf

Martha tenía en su contra que se preocupaba mucho, como nosotras lo hacemos muchas veces, andamos tan preocupadas y tan afanadas por las cosas que nos olvidamos de lo importante: como marta ¿qué le dijo el Señor? Martha, Martha (me lo imagino poniendo su mano en el hombro de ella mientras la miraba suspirando hondo y moviendo la cabeza, al tiempo que ella miraba de reojo si habían terminado de servir la comida y si había sábanas limpias para que durmieran ahí las visitas), afanada y turbada estás por muchas cosas (como nosotras)
Ella se pre-ocupaba o sea que se ocupaba antes de, cuando lo que nos aconsejan hasta el cansancio que todo a su tiempo, PERO NO, SI YO NO LO HAGO NADIE LO HARÁ (aunque a veces así es, pero es así porque así los hemos acostumbrado, créanme, así lo hizo mi madre y así lo hacen mis hermanas y así lo hago yo)
“Pero sólo una cosa es necesaria; y María ha escogido la buena parte, la que no le será quitada.”
¿UNA MARTHA PUEDE MEJORAR?

María: tranquila, apacible, soñadora, obediente, dulce, tierna… algo así como yo jeje

María se sentaba a los pies del Señor, dejaba todo lo que estaba haciendo para escuchar, para recibir la buena parte, ella no se afanaba, no se preocupaba, no le importaba si había fruta nueva y fresca en las mesas o si la comida estaba ya servida, o si… lo que sea…no le importaban los puñalitos que Martha le lanzaba con los ojos a ver si se movía para ayudarle. Ella, tomaba la parte que no le sería quitada, la parte que Sólo el Señor dá.
¿Martha puede ser como María? ¿María puede ser como Marta? No, por supuesto que no, porque las dos hermanas tenían un temperamento diferente la una de la otra, pero

María mas tarde demostró tener un carácter tan fuerte como el de Martha, solo que su enfoque era distinto, lo hizo cuando entró a una reunión , irrumpiendo entre varones siendo mujer y rompiendo un frasco de alabastro para ungir los pies del Señor, Ella, dio lo mas valioso que una doncella tenia en aquellos tiempos: el perfume carísimo que guardaba para ungirse para su boda, no le importó; decidió entregarlo al Señor y no solo eso, sino que también se atrevió a dejar ver su pelo, cosa prohibidísima para una doncella, ella lo hizo.
¿Martha? Martha también dio muestras de un cambio, cuando Lázaro murió, maría estaba tan deprimida que no acudió prontamente a recibir al Señor, en cambio la que corrió fue Martha: “Señor, si hubieras estado aquí, mi hermano no habría muerto”. Si, fue una especie de reclamo, pero ella tenia la convicción de quién era aquel hombre poderoso, solo que no entendía todavía cuanto, aun así cuando Jesús ordenó quitar la piedra de la tumba y ella estaba convencida de que su hermano ya apestaba, pues habían pasado cuatro días, ella a pesar de eso OBEDECIÓ.
Martha no llegó a ser tranquilita y apacible como María pero si aprendió a obedecer aun en contra de sus convicciones y sus propios pensamientos, aprendió que Jesús es todopoderoso y que sólo El tiene la sabiduría y que sólo en El podía encontrar refugio. Aprendió a darse tiempo para recibir la mejor parte.
No pueden desaparecer las Marthas, las Marthas son las que sirven, así como tampoco pueden desaparecer las Marías, pues las Marías son las que oran e interceden en oración por otros.



Aprendamos a encontrar el equilibrio entre Martha y María. Este mundo lleno de afanes nos invita ser como Martha, casi no da lugar a María. Pero podemos encontrar un punto de equilibrio entre la tenacidad y útil servilismo (servilismo positivo) de Martha, y la paciencia de María; entre la poca paciencia y a veces dudas de Martha y la seguridad y entrega de María.
Como al jugar al jenga, a veces logramos tal equilibrio que ganamos la partida sin que se nos caigan las piezas logrando una torre muy alta, pero con la diferencia de que nuestro equilibrio entre estas dos personalidades, no se derrumbará, pues estaremos tomando en ese punto la mejor parte y además, esto no es un juego sino que en ello tenemos algo muy importante de nuestra vida: El tiempo para meditar en nuestra misión, en nuestra salvación, en todo el amor que el Señor ha depositado en nosotras.
¿La moraleja de la historia?
Cada vez que sientas el deseo de gritar mientras te comes tus galletitas: ¡¡¡¡¡¡GUARDIAS!!!!!
O como la Reyna: ¡¡¡¡QUE LE CORTEN LA CABEZA!!!
Imagina al Señor poniendo su mano en tu hombro diciéndote: Martha, Martha, afanada estás y turbada por tantas cosas… entonces, respira profundo e intenta sentarte a buscar el equilibrio, no sea que la que pierda la cabeza en una de esas, seas tu.

Acá Kerusso con sus reflexiones.

4 comentarios:

Darth Akire dijo...

Comareeee!!
Que bueno que ya se cambió para acá.

Me encantó su post, mi comare, muy cierto, en especial se nos aplica a las féminas, que no sé por que extraña razón tendemos a caer en el exceso de control, no sólo del orden si no de todo lo que nos rodea. Pasamos facilmente a ser Marthas obsesivas, jajajaja.
Por lo general a las que se ponen como María la vemos feo por ser tan "irresponsable" jajaja, y hasta las llamamos fodongas por que prefieren estar cerquita del Señor -en lugar de ser "acomedidas" andan de "acomodadas"- jajajaja y aveces hasta envidia nos da, por que sentimos que todo nuestro esfuerzo no es valorado, de algún modo es parecido al sentimiento que Cain mostró con Abel... sólo que como las mujeres somos menos bélicas pues por eso Martha no mató a María... jajajajaja, que divagazo me aventé verdad?, No mi comare' es broma, pero lo que si es cierto es que debemos buscar un balance entre hacer muchas cosas para Dios y estar a sus pies disfrutándolo nomás.

Muy chido post!! neta netícima

La quiero mucho mi comarita!! Y le mando un caluroso abrazo desde esta tierra xalapeña. ^^

Kerusso dijo...

jaja ja comare tienes razón, pero no creo que no lo haya intentado con los puñalitos que le lanzaba con la mirada, lo que pasa es que "entre mujeres podemos destrozarnos, pero jamás nos haremos daño" jajajajaja

La verdad es que este mundo lleno de afanes y carreras y exigencias y todo eso, es lo que nos encamina mas a ser como Martha y casi no les da lugar a las Marías y vaya que tienes razón, a las Marías se les critica de fodongas por no ser tan acomedidas y es que aquí se valora(mas bien se aprovecha) y se aplaude a la persona que es útil y que siempre está dispuesta. aunque el estresssss destroce los nervios de la pobre mujer, pero también como dices tu, ven el esfuerzo y no lo valoran sino hasta que aquella mujer se ha cansado y se ha sentado.

El equilibrio está en encontrar un tiempo y lugar para sentarse en un sillón o en donde tu quieras y en plena intimidad invitarle al Señor un cafecito y decirle:"aquí estamos, este momento es sólo nuestro que nadie nos interrumpa, solo estamos tu y yo tomándonos nuestro cafecito" pero si tu quieres puedes invitarle una coca congelada, creo que también le va a gustar jeje.

Te quiero mucho también comare, y vaya desde el mero sinaloa y hasta Xalapa un abrazote bien culichi.

• Jessie • dijo...

jajaja me pudo encantar!! Muy cierto esto que dices... es necesario aprenderlo.
Lo bueno es que en el proceso y entre el correr en zig sag y los cabellos parados... no has perdido tan bonito humor que hoy descubro en ti.

saludos,

Kerusso dijo...

ja ja ja Jessie, el buen humor es lo que nos mantiene la sonrisa en la boca.

Imagínate si nos siguiéramos amargando como antes por las cosas que nos pasan.
vale mas ocuparse y no preocuparse.

Qué gusto me que me visites. Gracias por venir.