Volver a empezar

Cuando decidí dejar de trabajar para ser madre de tiempo completo, pensaba que tal vez un día podría volver a la oficina y a mis papeles, al paso del tiempo, dejé de extrañar la calculadora, mis papeles y aquellas "sábanas" que llenábamos para los cálculos.

Después puse en una balanza lo que me habrían de pagar y el costo de dejar a mis hijos bajo el cuidado de alguien mas, alguien que no soy yo y que no los ama como yo y que obviamente no los cuidaría como yo y ni hablar de los ejemplos y la educación no cristiana que recibirían a diario...
Llegó el día en que pensé que nunca más tendría que tomar una calculadora (fuera de ayudar a mis hijos con sus tareas), pensé que jamás me volvería a quebrar la cabeza con cálculos de impuestos y recargos y esas cosas... Ahora que mi marido se dió de alta como contribuyente, necesita un contador y bueno, ¿para que estoy yo? lo malo es que hace tantos años que dejé de trabajar y en cuestión de impuestos, un año es mucho tiempo, tengo que volver a empezar, tengo que aprender lo nuevo de impuestos, ya cierro los ojos y veo SAT y las tablas y las formas tributarias... lo peor de todo es que olvidé mas de lo que creía, ya no recuerdo exactamente cómo hacer un balance y las cuentas me parece verlas tan lejanas, me parece increíblemente agobiante, tengo un poco de temor a este cambio(siempre me incomodaron los cambios) hoy tengo que volver a empezar, espero no llegar al grado de tener que comprarme un libro de contabilidad básica, eso sería el colmo. En la oficina me dicen que solo necesito un empujoncito, creo que tienen un buen concepto de mi todavía por allá, por ahora tanta letra y tanto número para las declaraciones de impuestos me tienen mareada. ¡Va de nuevo!

Acá kerusso... volviendo a empezar.

3 comentarios:

Darth Akire dijo...

Comare!! La felicito por ese enorme reto que está tomando, yo creo que lo bien se aprende no se olvida, sí, a lo mejor uno se oxida un poco, pero coincido en que nomás necesita un empujoncito y listo.

Vale la pena sacarle jugo a todos nuestros talentos, es cierto que nuestros hijos requieren mucho de nosotras (y tambien de los padres) y es muy bueno estar con ellos en los primeros años. Pero llega un momento en que uno siente que Dios pedirá cuenta de todo, no nomás de los hijos, si no de todo lo que nos ha dado, y ni modo de ponerle de pretexto a los hijos, verdad?

¡¡Que bueno que tome esta decisión mi comare!!! y aunque se compre un libro básico, no importa, nomás es para recordar lo que ya se sabe.

Un abrazo mi comare!!!

Kerusso dijo...

Gracias por el aliento comare.
Me siento algo agobiada porque urge, ya pasando esto me voy con calma.

Dios siempre reclama los talentos que nos ha dado, y a nosotros a veces se nos olvida.

Abrazote comare, saludos al compare y a la chamaquita.

La Blu dijo...

Estimada Contadora, abusando de esa idea de lo que se aprende bien, se recuerda siempre, le sugiero que no se presione, que retome sus tareas diarias y poco a poco la experiencia saldrá a flote :)

Yo creo en sus capacidades y le mando un abrazo sin impuestos :D