Una boca, dos oídos...

Siempre que sueño... y me sueño enojada, pasa algo muy curioso... enojada no puedo hablar, enojada mi boca calla aunque no quiera, aunque luche por hablar, de mi garganta no sale un sonido... pero eso es sólo en sueños... debería ser también despierta, a veces cuando una está enojada, deja salir de su boca palabras que en realidad no quiere decir o que no debería decir, y lo sabemos, sabemos que es hiriente, que es inadecuado, que muchas veces ni al caso va pero... al calor del furor no nos importa... enojadas dejamos salir todo un arsenal de reproches nuevos, reproches repetidos y otros guardados por no sé cuanto tiempo que de repente vienen a la memoria diciendo: "Ahora voy yo, ahora yo" ... Y nos convertimos en gotera constante... en címbalo que molesta el oído... en quejas que joroban constantemente...

No es malo enojarse... no lo es, a veces es positivo, es recomendable, es... adecuado en ocasiones enojarse.. pero... si no somos capaces de dejar salir de nuestra boca palabras sensatas... lo mejor sería enmudecer.. ¡que diera yo por quedarme muda cuando me enojo! ¡que diera yo por no sentir que mi cabeza explota cuando me enojo! ¡que diera yo por saber cómo detener esa sarta de palabras imprudentes y cambiarlas por una palabra dicha con sabiduría, aunque sea una!

¡Pero no! ¡Claro que no! Cuando nos enojamos lo que queremos es herir, queremos que duela, que se note el enojo y nos nos importa si es justo o no, simplemente queremos desquitarnos... a ver si así el enojo termina... pero a veces es como echarle abono, como alimentarlo por que al paso de las palabras... como que crece... y encontramos más y mas reproches en el archivo de nuestro inconsciente... reproches de lo aparentemente olvidado.. y perdonado... ¿que no podríamos darle formato al disco duro y borrar de la memoria toda esa información que solo es basura, ¿por qué no se va a los archivos temporales y cuando deje de moler se borra? pero no, se guarda en una carpeta permanente, es como un troyano que va dañando poco a poco todo el sistema, esperando el momento oportuno para atacar y crear un caos total.

"Airaos, pero no pequéis; no se ponga el sol sobre vuestro enojo"
Tenemos el derecho de enojarnos, todo el derecho de hacerlo, de lo que no tenemos derecho es de hacer daño por causa de nuestro enojo, de lo que no tenemos derecho es de lastimar, de jorobar por días y días por causa de un enojo... Recuerdo hace muchos años que mi hermana mayor me decía que nunca te debes enojar con tu esposo y gritarle frente a los hijos y nunca, nunca permitir que un enojo llegara al día siguiente, que todo debe solucionarse antes de que salga de nuevo el sol... y bueno, no solo con el esposo, con cualquier persona el enojo no debe durar, debe prevalecer el respeto, la consideración hacia la otra persona y sobre todo hacia nosotros mismos, el guardar rencores enferma los huesos, enferma el cuerpo y la mente.. lo básico en una amistad es el sano respeto, la sana consideración, la tolerancia sana ¿por qué sano? por que lo sano no lleva un sentir oculto, no lleva otra intención personal y egoísta, lo sano lleva amor, lleva buena voluntad.

¿Por qué se me ocurrió hoy hablar de esto? No , no estoy enojada ni me he enojado en las últimas horas, es que me tocó ser testigo de un enojo, una discusión en donde una persona hería deliberadamente a la otra con comentarios y burlas que ni al caso, y era tanto el enojo de aquella que se sentía el centro de la atención, el centro de la burla, solo por que su amiga se atrevió a decirle que no y a sostener su no a pesar de las insistencias, a la falta de respeto por sus decisiones, no advertía que su amiga no intentaba herirla ni le respondía de la misma forma, solo sentía su coraje por no haber logrado su propósito ni con chantajes ni intentando forzar.

Si algo me enseñó bien mi madre (y eso también enseño hoy a mi hija) es a sostener un NO o un SI cuando es justo, cuando es lo que queremos, y no ceder ante el chantaje, la amenaza o la burla.

No hay nada de malo en el enojarse, donde puede haber mucho de malo es en la forma en que reaccionamos cuando estamos enojadas, y logar que esa reacción sea igual con todas las personas... es que a veces somos mas tolerantes con los demás y no con los nuestros, no sé por qué pero muchas veces el coraje es mas fuerte con nuestros seres amados que contra cualquier otra persona, ¿por qué puedo reaccionar sabiamente ante la provocación de cualquier persona y me falta paciencia y sabiduría cuando me enojo contra mi hijo o contra mi hermano o mi marido? ¿será porque espero mucho más de ellos? ¿o porque la confianza es mayor, tanta como para herir libremente con mi lengua enojada? Nuestros seres amados son muchos mas importantes que los demás, deberíamos aprender (y lo digo principalmente por mí) a reaccionar sabiamente cuando nos enojamos con nuestros seres mas amados, ellos son mas importantes y son a quienes más herimos cuando nos enojamos... Claro que hay quienes cortan parejo y lanzan patadas y mordidas a todos por igual. Pero bueno... Creo que deberíamos poner mas atención en los consejos que Dios nos da en la Biblia donde nos dice que no seamos de doble ánimo y que nos enojemos con sabiduría.

A veces... cuando me enojo.. quisiera quedarme muda... como en mis sueños... Y es que Dios nos dio una boca y dos oídos... para indicarnos con esto que debemos escuchar dos veces mas de lo que hablamos, tal vez si escucháramos más, nos daríamos cuenta de que nuestro enojo muchas veces no tiene razón de ser... o por lo menos, escuchando podemos entender las razones de quien ha provocado nuestro enojo...

Acá Kerusso... reflexionado un poco...


4 comentarios:

La Blu dijo...

Por tener dos oídos y sólo una boca, deberíamos escuchar el doble de lo que hablamos.

Me gusta tu reflexión. Trabajaré en eso de controlarme y sobre todo, no dejar que amanezca con el enojo atorado.

Un besote.

Boris González dijo...

Ademas... si renucias a tus derechos como el de enojarte como cualquier ser humano, estas alimentando tu dominio propio. No es fácil, pero todo es posible en Cristo que nos fortalece... saludos.

• Jessie • dijo...

Si caray! creo que es con lo que más batalla el ser humano! Señor, frena mi lengua!!! Es cierto, hay que hablar menos y escuchar más, entender a la otra persona -estemos o de acuerdo con las razones - simplemente ver a los demás como los ve Jesus.
Quien dijo q era facil tener el caracter de Cristo!??

Kerusso dijo...

Nada más difícil que seguir los pasos de Cristo. Hay que ser muy valiente.

Gracias por las visitas y opor detenerse a comentar.

Saludos a todos.