Ayer y ahora duele crecer

Leyendo a mi queridisima comare que se quedó como el jinete sin cabeza en las peripecias que pasó con esto de la nueva etapa educativa de su pequeña Pawadan, o sease: su chamaquita que acaba de entrar a la primaria, me viene a la mente una frase que en nuestro viejo y desaparecido foro repetía mucho mi querida Chivis: "cuesta subir la cuesta" ...en este momento recuerdo que mi niña ya va a sexto grado y estoy en eso de los gastos iniciales: el pago del material (tareas, pintura, agua, etc) que se necesita para los niños en la escuela, ya les compré por fin sus colores a mi niña y al niño termine de comprarle lo que pidió la profesora, con todo y las batallas me dá por vivir con mis hijos esta etapa (y todas) por las que van pasando... en el caso de mi niña... ella está entrando a su etapa mas difícil: la del crecimiento, se queja de dolores en sus piernas y recuerdo cuando yo sufría de esos dolores y hasta me estremezco, hablo con ella y le explico que es normal y que se le pasará, si considero que es necesario le doy paracetamol para que sufra menos.. pero no para todo sirve el paracetamol... no sirve cuando mi niña se confunde y no sabe ni quien es ni recuerda de donde viene ni se imagina para donde va y se pone de un humor terrible y me hace de repente sus berrinches (ya acostumbrados desde pequeña) en donde se "autocastiga" encerrandose en su cuarto pero ahora ya le añadió portazo, de repente siento que corro y le abro la puerta con un arriete y le digo ¡que te pasa chamacaaaa a mi no me vas a dar portazos: YO SOY TU MADREEEEEE! pero recuerdo que también para mi fué muy dificil esa etapa y también recuerdo que el tiempo no fué el mismo, que antes no se les explicaba a las niñas que lo que les estaba sucediendo era pasajero y totalmente normal, trato de entenderla pero a la vez siento necesario no dejar de reprenderla, la reprensión de la madre es instrucción, es crecimiento, pero siempre tengo en mi el temor de ser injusta al momento de reprenderla por algún berrinche, así que la reprendo por el modo en que me ha hecho el berrinche e inmediatamente intento restaurarla, solo que no siempre me lo permite, es tanta su frustración que no me deja acercar... yo jamás me atreví a hacer eso con mi madre, le temía mas que respetarla.. mmm ¡pero esta niña como no me tiene temor a veces me pierde el respeto! No puedo evitar sentirme frustrada yo también y me pongo a pensar si lo estaré haciendo bien, no quiero equivocarme con ellos, siento sobre mis hombros la gran responsabilidad de ser madre de dos niños que requieren de mucha atención, de mucho trabajo, de mucho amor y de mucho empeño por hacer las cosas bien... creo que... voy bien con la niña... es una jovencita inteligente, alegre y hasta cierto punto responsable (por lo menos en la escuela)... acaba de cumplir once años mi corazoncito santo, el lunes primero de septiembre cumplió once años y lo que pidió fue su pastelote para invitar a su tio Paco y su familia (y aqui estuvo el tio) y la tia "paca" estuvo al telefono(no pudo venir) y una cena el fin de semana próximo en donde ella elija (está pensando), nunca piden fiesta mis hijos, ellos piden que los llevemos a comer o cenar a un lugar especial para ellos y un pastelote a veces se lo quieren comer ellos solos (entre los dos) y otras veces quieren compartirlo solo con la familia (tíos y primos) ¡ah! ¡y su regalo!

Ahora que cumplió sus once años, su hermano la puso a pensar en que ya puede ir pensando en bautizarse... me preguntó y le respondí: "hija.. esa es una decisión tuya, no mía ni de tu hermano, eres tú quien tiene que decidirlo pero creo que no debes presionarte por ello... apenas acabas de cumplir once años" ... Mi niña es inmadura para la edad que tiene... ella no tiene ni el pensamiento ni los alcances de las demás niñas de su edad...creo que...todo tiene un tiempo y ahora es el tiempo en que ella está sintiendo esos cambios en su cuerpo y en su mente que la confunden tanto y debe preocuparse mas por ello y por no dejar salir de su mente y su corazón las enseñanzas que ha recibido desde el vientre.

Duele crecer... duelen los huesos, duele la transición de niña a jovencita, duele madurar de cuerpo y pensamiento, duele el orgullo herido al recibir burlas o comentarios que hieren, duele la incertidumbre de no saber a ciencia cierta lo que le viene, se tiene el conocimiento teórico pero eso no sirve de gran cosa al vivir la metamorfosis, duele que le duela...

Pero mi hija tiene algo que yo no tuve: una madre que la entiende y que la acompaña. Yo tuve una madre maravillosa que me amó mucho y me enseñó muchas cosas y dió por mi mucho de lo que era y lo que tenía, pero tenia tabúes y había temas que no tocaba, lamentablemente para mi eran los temas que mas necesitaba oír de ella mientras crecía, cuando cumplí once, doce, trece, quince, veinte...veintiuno, cuando me salí de casa para venir a estudiar a un lugar desconocido, con gente desconocida y a enfrentar la maldad del mundo, cuando necesitaba decir "me esta pasando esto" sabiendo que sería comprendida y enseñada y sin el temor de ser juzgada irresponsable o algo peor... mi madre me amaba e hizo bien su papel dentro de sus limites generacionales y culturales ella lo hizo bien, no estoy juzgando ami madre por lo que no tuve de ella por que tuve mucho mas de lo que carecí... tuve mucho amor de madre, tuve sus bendiciones en todo momento... pero mi hija ademas de mucho amor tiene una madre que sabe lo que le está pasando y no esta dispuesta a dejarla sola, que esta dispuesta a enseñarle todo lo posible, que esta dispuesta a seguirla instruyendo, guiando y reprendiendo cuando sea necesario y todo esto alumbradas con la luz de la palabra que viene de Dios.........Pensando en esto... recuerdo un sueño que tuve hace como cuatro años... Iba yo caminando con ella de la mano y miré en el suelo tirados cuerpos desnudos, algunos muertos y otros teniendo sexo, era de noche y ella no podía ver porque estaba completamente oscuro, como debíamos llegar a casa yo tomé una biblia y la puse con mi mano derecha sobre mi cabeza y de la biblia salió una luz, tomé a mi hija de la mano y le dije que yo la guiaría que solo mirara la luz, pero que yo le diría por donde caminar, así que apunte la luz hacia adelante procurando que no viera los cuerpos y caminamos juntas entre aquella inmundicia de gente, pero al llegar a nuestro destino amaneció y no pude evitar que mi niña viera aquello, pero para entonces ya estábamos en casa, protegidas y yo ya sabia que decirle... ¡caray! creo que ha llegado el tiempo de empezar a hablarle con mas claridad.. y eso es difícil, aun cuando esté capacitada para hablar de sexología con grupos de gentes, no es lo mismo que hablar de sexualidad con mi hija, ese es uno de los temas que mas me preocupa, claro que también me preocupa hablar de drogas, de violencia, de la moda y la vanidad pero, son temas mas fáciles de tocar y entender, me preocupa que lo entienda bien y que no se deje llevar por las cosas del mundo que cada día se vuelve mas promiscuo y toman el sexo como un juguete envileciendo su cuerpo y su mente en un juego que los envuelve y nubla su entendimiento de lo que es el bien y lo que es el mal, un mundo en donde se le llama dulce a lo amargo y bueno a lo que es común aunque sea malo... pero tengo ami favor la enseñanza que ha recibido, tengo de mi parte a Dios.

Duele, duele crecer también cristianamente, duele entender que esta vida es humanamente imposible, duele buscar y no encontrar un lugar donde se enseñe verdad, un lugar en donde no te confundan mas, un lugar en donde no te digan que si sufres o la estás pasando mal debes sonreír y dar gracias porque si no lo haces ofendes a Dios, que no te lamentes ni preguntes porque ofendes a Dios, que no te deprimas, que debe irte bien económicamente siempre y si no es porque estas en pecado o estas robandole a Dios... ese tema también me preocupa tocar con mi hija sin temor a decepcionarla de la vida cristiana... ella conoce una iglesia bonita en donde le enseñan a cantar, a bailar con panderos e historias bonitas, pero le falta vivir el juicio de algunos que le digan que si no llora y se arrastra por el suelo bañada en lagrimas no es tocada por el Espíritu Santo, que si no habla en lenguas no tiene el Espíritu Santo, que si no llora no está quebrantado su corazón, que si no pone cara de que le duele el estomago y mira para arriba con las manos queriendo tocar el techo no está adorando, que si no brinca como si le estuvieran quemando los pies no está recibiendo la unción, que si no habla repitiendo como perica los versículos de la biblia aunque no entienda lo que dice no tiene la palabra de Dios en su boca y su palabrería es vana, que tiene que presentarse a cuanto concierto o evento haya para demostrar fidelidad... Hay señor no solo del "mundo mundano" debo proteger a mi hija sino que también del "mundo cristianoide"

Duele, duele crecer, dolió ayer y duele ahora.

Aca Kerusso... de vuelta un poco a las andadas...