¡¡¡Dame un abrazo de gallina!!!

No sé... no recuerdo si ya les he platicado de esto, pero hoy siento necesidad de hacerlo, tal vez te sirva de aliciente mi querida Blue.

Hace un tiempo, me sentía deprimida y con necesidad de un abrazo, pero de un abrazo especial que viniera de alguien especial: Dios.
Así que basándome en su palabra sabiendo que lo recibiría se lo pedí.

Estaba de rodillas al lado de mi esposo y se me ocurrió pedirle a Dios un abrazo, pero le pedí que no usara a mi esposo porque no lo sentiría a El sino a mi esposo, quería sentirlo, queria un abrazo de Dios y le pedí y le pedí y le pedí, le pedia un abrazo físico, un abrazo que yo pudiera sentir cuerpo con cuerpo, yo sabia que podia hacerlo, el es Dios... todo lo puede, pudo enviar a su ángel a luchar con Jacob, pudo enviar a su ángel a comer con Abraham, ¿no podría hacerlo conmigo? ¿no podria enviar a su ángel a darme un abrazo?
Dame un abrazo, dame un abrazo, déjame que sea como Juan, déjame recostar tan cerca de tí que pueda oir de cerca latir tu corazón... pero esa noche... no recibí nada y me fuí a la cama triste y pidiendo un abrazo como una niña pequeña...

A la mañana siguiente pasaron por mí unas amigas, tocaba oración en casa de "mi amiga". Estando ahí, sin perder tiempo volví a mi petición, no sé cuanto tiempo pasó pero yo no dejaba de pedir un abrazo, de repente empecé a sentir mucho frio y mi petición cambió: tengo mucho frio, cobíjame con tus alas como la gallina cobija a sus pollitos, quitame el frio, dame un abrazo.

Pasaba el tiempo y las mujeres advertían algo en mi porque veian que no me levantaba y una a una se acercaban a mi y oraban respaldandome, oraban bendiciendome, pero yo lo que quería era un abrazo, todas se fueron y ninguna me abrazó... entónces empezé a llorar ¿dónde estaba mi abrazo? y la última en acercarse fué "mi amiga" ella oraba y oraba dolida por no saber qué me pasaba y se levantó... también se estaba yendo... de repente se me hecha encima y cubre mis espaldas con su pecho y mis brazos con sus brazos a modo de alas, doblados como alas de gallina y me quitó el frio y escuche en mi oido cuando decía: Si, si quiero hija mia, si quiero darte un abrazo, si quiero que seas como Juan sólo hazlo, ven recuestate cerca de mi y escuchame hablar, te voy a enseñar de cerca y vas a oir el latido de mi corazón, solo basta que quieras hacerlo.

Me levanté de ahí con una mirada diferente, con una sonrisa diferente: Dios me dió un abrazo, una de las mujeres al despedirse no advirtió nada, solo me tomó el hombro y muy misericordiosa me dijo: hermana, busca más al Señor, estás muy lejos y por eso no te llenas nunca, pude sentirme ofendida, pude taparle la boca pero mi alegría era mayor que su juicio equivocado... ella se fué, pero mi amiga tenía rato mirándome y se acercó y me abrazó diciendome ¿que te pasa mija? te veo... diferente, como muy enamorada, mira esos ojos ¿que tienes? y me miraba sonriendo, todavía quedaban mujeres en la casa así que pude dar testimonio de lo que me pasó: ¡pedí a Dios un abrazo y me lo dió! y no importaba el juicio de quien se creia con autoridad para decirme algo, aunque estuviera equivocada, importaba mi abrazo de gallina, lo recibí y no solo eso, recibí una respuesta a algo que pensé que pasaría inadvertido porque lo pedí solo una vez: Ser como Juan: el discipulo amado. No importa lo que piensen de tí las demás personas, no importa si alguien emite juicio equivocado contra tí, lo que importa es lo que Dios piensa de tí, el que te conoce y conoce las tendencias de tu corazón, sólo el puede emitir un juicio justo sobre tí.

Le pedí a Dios un abrazo y me lo dió.

Acá Kerusso: dando testimonio de un abrazo amoroso de galllina (¿cuantas veces he querido cobijarlos bajo mis alas como la gallina a sus polluelos?)